El arte de la soldadura ha sido practicado desde la edad antigua. Actualmente, es uno de los procesos más económicos y viables para lograr la unión de dos piezas de metal y así conseguir reparar objetos o crear nuevas herramientas. Realizar una soldadura actualmente está al alcance de todos gracias a la proliferación de los equipos de soldadura domésticos, más compactos, livianos y económicos que las soldadoras convencionales. Sin embargo, aunque cualquiera puede tener una soldadora, no todos pueden hacer una buena soldadura.
Elementos a tener en cuenta para lograr una buena soldadura
A la hora de plantearnos realizar una soldadura, existen factores que podemos manejar para conseguir que la labor sea lo más sencilla y eficiente posible. La elección de la clase del material sobre el que trabajaremos es esencial: si no se posee mucha experiencia, conviene soldar únicamente materiales sencillos.
Por otro lado, la forma de la junta que realizaremos determinará la cantidad de material que gastaremos en nuestra soldadura. También la distancia de separación entre las piezas entra en juego a la hora de economizar soldando y conseguir los mejores resultados. Siempre que sea posible, procura soldar en posición plana: así será más sencillo y cómodo para ti y obtendrás mejores acabados.
Además, utiliza siempre los electrodos de mayor diámetro que tu equipo permita: esto dará como resultado un mayor aporte de material de soldadura a la junta y terminarás más rápidamente. Mantener una distancia adecuada en el arco eléctrico también te permitirá concentrar la mayor cantidad de energía en el punto a soldar y disminuirá las salpicaduras.
Finalmente, procura que tus cables estén siempre en buen estado: así evitarás caídas de voltaje en el porta electrodos y que se desperdicie energía en el calor generado en el cable: también será más seguro.